- Concepto.
Técnica que consiste en llegar hasta el interior del tejido dérmico con una aguja.
- Objetivos.
Acceder al interior dérmico para depositar un preparado con fines diagnósticos o terapéuticos.
- Contraindicaciones y precauciones
Se debe obtener del paciente la información acerca de su estado de salud, alergias y tratamientos que esta recibiendo que pudieran contraindicar la técnica.
Hacer previamente una inspección y palpación de la zona donde se decida realizar la técnica en busca de hematomas, edemas, induraciones o signos de infección que la excluirían como opción para el pinchazo. Se buscara una zona libre de vello, lesiones o manchas.
Obtener toda la información necesaria acerca del fármaco a administrar. Esta técnica admite únicamente la administración de pequeñas cantidades de fármaco, de entre 0,1 y 0,5 ml.
La técnica se utilizara principalmente con fines diagnósticos (pruebas de alergia, tuberculina, etc.), para lo cual se marcara alrededor de la zona de la inyección con un circulo hecho con un rotulador indeleble.
Tras la técnica no se presionara ni se friccionara el punto de inyección, bastara con una suave pasada del algodón impregnado en antiséptico.
Cerciorarse de que no sale sangre del punto de inyección tras la técnica.
- Información al paciente
Se le informara detalladamente de la técnica que se le va a realizar, el porque se va a llevar a cabo y las precauciones posteriores que han de tener según el fármaco inyectado.
Informarle de la sensación de dolor o escozor que puede experimentar.
Se le informara de las posibles zonas en las que se puede efectuar la técnica para que el también participe en la elección de la que le resulte mas cómoda.
Se le comunicara que después de la inyección no debe lavarse, ni rascarse, ni presionarse sobre la zona de inyección marcada con el rotulador para no alterar la absorcion del farmaco ni el resultado de la prueba diagnostica, si fuera el caso.
- Precaución:
Prescripción medica firmada
fármaco prescrito
guantes de un solo uso no estériles
batea
agujas intradermicas, jeringa.
Algodón, antiséptico incoloro.
Rotulador indeleble
Contenedor para el desecho de material punzante.
- Del paciente
Se promoverá su máxima intimidad.
una vez elegida la zona en la que se hará el acceso se le colocara en la posición mas adecuada.
Las posibles zonas para llevar a cabo la técnica, así como las posiciones más adecuadas del paciente, son:
- Cara anterior del antebrazo: paciente en sedestación con el antebrazo extendido y apoyado.
- Zona pectoral: paciente en sedestación o en decúbito supino.
- Zona subescapular: paciente en bipedestación o en decúbito prono.
Una vez elegido el punto de punción se desinfectará la zona con antiséptico incoloro.
- Realización del procedimiento.
- Lavarse las manos
- Ponerse los guantes
- Preparar la medicación a administrar.
- Dar al paciente la información pertinente.
- Preparar el entorno preservando la intimidad.
- Elegir la zona de punción y colocar al paciente en la posición adecuada.
- Desinfectar la zona con el antiséptico incoloro y dejar secar.
- Montar la aguja intradérmica con la jeringa.
- Con la mano no dominante mantener tersa la piel de la zona de punción, tirando de ella para facilitar la introducción de la aguja y disminuir la sensación de dolor.
- Introducir la aguja no mas de 3 ml por debajo de la epidermis formando un angulo entre 5° y 15° con la piel y con el bisel hacia arriba.
- Inyectar el fármaco de forma lenta y continua, evitando mover la aguja, constatando que se forma una vesícula.
- Retirar la aguja
- Asegurarse de que no sangra el punto de inyección.
- Retirar, con el algodón empapado en el antiséptico incoloro, una suave pasada sobre la zona de incisión sin apretar ni friccionar.
- Marcar alrededor de la zona de la inyección con un circulo de un rotulador indeleble.
- Recordar al paciente que ni se lave ni se toque en la zona marcada.
- Una vez introducido el fármaco y retirada la aguja, sin reencapsular, se depositará ésta en el contenedor de desecho punzantes.
- Recoger y desechar el resto del material utilizado.
- Quitar los guantes.
- Lavarse las manos.
- Dejar todo reflejado en la hoja de enfermería.
- Posibles complicaciones.
Si al introducir no aparece la vesícula, se tendría que volver a realizar la técnica, ya que no será válida porque se habrá introducido la sustancia más allá del tejido dérmico.
- Cuidados posteriores.
- Valorar el estado del paciente al acabar la técnica por si pudiese aparecer alguna reacción inesperada como podría ser una reacción alérgica o vagal.
- Informarle de las reacciones posteriores que puede experimentar según el tipo de fármaco administrado (por ejemplo, la induración que puede aparecer tras la prueba de la tuberculina).
- Dejar todo reflejado en la hoja de enfermería.
Técnicas y procedimientos de enfermería.
Julian Ángel Mariana Herráiz - María Ayuso Cuesta
pág. 23-24-25
imágenes sacadas de google
Muy buena información... 😉
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