El tejido conjuntivo es resistente y frecuentemente fibroso; su función es la de mantener unida la estructura corporal y darle soporte. Se encuentra en casi todos los órganos y forma gran parte de la piel, tendones y músculos. Las características del tejido conjuntivo y de los tipos de células que este contiene varían según su localización en el organismo.
Los órganos desempeñan las funciones del cuerpo humano. Cada órgano está provisto de funciones específica como, por ejemplo, el corazón, los pulmones, el hígado, los ojos y el estomago. En la constitución de un órgano intervienen distintos tejidos y, por lo tanto, diversos tipos de células. Por ejemplo, el corazón está constituido por tejido fibroso, que forma las válvulas del corazón, y por células especiales que controlan la frecuencia y el ritmo cardíacos. El ojo contiene células musculares que abren contraen la pupila, células transparentes que constituyen el cristalino y la córnea, células fotosensibles y células nerviosas que llevan los impulsos al cerebro. Incluso un órgano tan simple en apariencia como la vesícula biliar contiene distintas células, tales como las que forman un revestimiento interior resistente a los efectos irritantes de la bilis, células musculares que se contraen para expulsar la bilis y otras que forman la pared externa fibrosa que contiene la vesícula.
Un tejido es un conjunto de células similares que suelen tener un origen embrionario común y que funcionan en asociación para desarrollar actividades especializadas.
Los tejidos están formados por células y matriz extracelular, producida por esas mismas células. La matriz es casi inexistente en algunos tejidos, mientras que en otros es abundante y contiene estructuras y moléculas importantes desde el punto de vista estructural y funcional.
- Solo hay 4 tejidos básicos.
- El epitelial cubre las superficies del organismo, recubre los órganos huecos, las cavidades, los conductos y forma glándulas (ectodermo, mesodermo y endodermo)
- El tejido conjuntivo protege y sostiene el organismo y sus órganos, los mantiene unidos, almacena reserva de energía en forma de grasa y proporciona inmunidad. Se origina en el mesodermo.
- El tejido musculas es el que da movimiento y genera la fuerza del cuerpo humano, también se origina en el mesodermo.
- El tejido nervioso, con origen en el ectodermo, que inicia y trasmite los potenciales de acción que ayudan a coordinar las actividades.
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